domingo, 6 de febrero de 2011

El afecto sin rostro

Añicos, vacíos y turbados por los ecos de mi quimera,
plegarias desconsoladas
¡Ah, cadencia demencial!

desgárrame con la pasión del arrepentimiento de la vida.
Crónicas hastiadas de desencantos,
investidas de codicias incorpóreas
oh, aguda esclavitud de la espina hundida
en el abismal firmamento del olvido.

El descanso perpetuo de la durmiente,
profuso sentimiento
consuelo, lágrima de hiel.
[...]

"Permíteme serenarme entre la calidez de tus brazos,
mi ángel de mirada esmeralda."

Angeline C. H.

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