viernes, 7 de mayo de 2010

La Mandrágora


Acónito... ¡Raíz del diablo, capucha de monje, 
gorra de fraile, veneno de lobo!

Tómame, pues jamás hallaré la paz 
en este frívolo jardín de atropina...

Oh, cándida Adelfa, rescátame, 
pues de este perpetuo tormento jamás lograré escapar...

¡Beleño, ten piedad!

Angeline C. H.

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